Los jóvenes entre el trabajo formal y el propio emprendimiento

A los jóvenes ya no les interesa un trabajo para toda la vida. Así lo titula el artículo escrito por Victoria De Masi.
El trabajo que antes se heredaba, las empresas en las que se hacía carrera o los puestos vistos como una aspiración, pasaron al olvido. ¿Ponerse la camiseta? No: ahora, los jóvenes profesionales tienen la cultura del "toco y me voy" y saltan de empleo en empleo. Buscan flexibilidad horaria, desafíos profesionales, un ambiente agradable, buen salario y seguridad contractual. Y, aunque están bien calificados, siguen capacitándose.Lo que en los 80 se pregonaba como el "balance life" -esto es, partir el día en tres y dedicarle 8 horas al trabajo, otras 8 a la familia y las restantes al ocio- mutó en los 90 en precarización laboral. Hoy, la percepción de los jóvenes sobre el empleo vuelve a cambiar.Ya no existe la identificación con la empresa y el foco está puesto en rotar de empleo para así sumar experiencia.
Seré de avanzada porque en los 80 esta fue mi línea de pensamiento y nunca la cambié.
Y hoy más que nunca ratifico que ya nadie estudia para entrar a una empresa sino para generar su propia empresa.
Los jovenes saben que la empresa los puede mimar como patear o que las reglas del país pueden cambiar abruptamente y dejarlos en la calle.
Por eso, la educación debe girar a generar jóvenes con ganas de emprender y con criterio para generar sus propias fuentes de trabajo.
Cifras:
784 Mil jóvenes profesionales empleados formalmente hay en el país.
2.500 Pesos es el salario mínimo de un profesional joven.
6 Años es el tiempo máximo en el que permanecen en un trabajo.

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