Nueva Generación de Emprendedores

SURGE UNA GENERACION DE NUEVOS EMPRENDEDORES
Publicado en Clarín

Por William Deresiewicz - Ensayista y Crítico Estadounidense

Desde que hace años trato de entender la cultura joven actual. El estilo es fácil de describir: los pantalones angostos, los sombreros retro, los tatuajes. Pero el estilo es superficial. La pregunta es qué hay debajo, qué idea de vida, qué actitud en relación con el mundo.
Me refiero a la generación del milenio, a los que nacieron entre fines de los años 70 y mediados de los ‘90.
 Lo que más me llama la atención de ellos es qué simpáticos son: amables, moderados, agradables, serios, amistosos. Los rockeros fueron alguna vez rebeldes estridentes o ególatras dominantes.
Ahora la forma de presentación es de perfil bajo, modesta, fluida, post-irónica, ecológica.
Según uno de mis alumnos de Yale, donde enseñé lengua durante diez años, un colega mío les decía a sus alumnos que pertenecían a una generación “postemocional”. Nada de rabia, extralimitación ni ego. ¿Por dónde pasa esto? Tal vez se trate de un rechazo de la cultura del enfrentamiento, del deseo de vivir de manera más liviana en el planeta o de cómo se los crió (todos los puntos de vista son válidos y hay que considerar los sentimientos de todos).
Tal vez sea un poco de todo, pero pienso que hay algo más. La emoción del milenio es la del vendedor. Consideremos el otro lado de la ecuación, la forma social característica de la generación del milenio . Hoy la forma social ideal ya no es la comuna, como tampoco el movimiento ni el creador, sino la pequeña empresa. Toda aspiración artística o moral – música, comida, buenas obras o lo que sea- se expresa en esos términos. Podría hablarse de una generación de la venta.
Las bandas siguen siendo bandas, pero ahora son también pequeñas empresas: autoproducidas, autopublicitadas, autorrepresentadas.
 Cuando escucho a jóvenes que dicen que quieren salir de la trituradora de la carrera y hacer algo con sentido, por lo general hablan de abrir un restaurante.
Las organizaciones sin fines de lucro siguen teniendo prestigio, pero los estudiantes no sueñan con incorporarse a una de ellas, sino que sueñan con crearlas. En todo caso, lo más sofisticado es el emprendimiento social, compañías que tratan de ganar dinero de manera responsable para luego distribuirlo.
A eso hay que sumarle la desconfianza por las grandes organizaciones, incluido el gobierno, así como la idea – un legado de la década anterior- del sálvese quien pueda . Por otra parte, no son sólo ellos. La pequeña empresa es la forma social idealizada de esta época. Nuestro héroe cultural no es el artista ni el reformador, el santo ni el científico, sino el emprendedor. Autonomía, aventura, imaginación: el emprendedor significa todo eso y más para nosotros.
Copyright The New York Times, 2011. Traducción de Joaquín Ibarburu.

HISTORIAS DE EMPRENDEDORES

CLARIN publicó historias de Emprendedores que en el 2001, en plena crisis, hace 10 años se animaron.
Me gustaron para que sirvan de ejemplo a otros emprendedores. Felicitaciones!!!


Elementos Esenciales
Propietaria: Liliana Lampuri
Rubro: productos de belleza
Tiene: 14 franquicias y 5 locales propios en capital federal. 
Fundación: noviembre 2001
Yo venía de trabajar 20 años en Walter Thompson como publicista. A los 40 fui mamá y sentí la necesidad de estar con mi hijo y de cambiar. A los 42 renuncié a mi trabajo. Era directora. No me aferré a una cuestión monetaria. Ganaba muy bien, tenía una carrera consolidada, pero quería criar a mi hijo, no que me lo criaran. En marzo de 2001 renuncié y no sabía qué iba a hacer. Estando en Walter Thompson fui directora de cuenta de Unilever. Me gustaba todo el mundo de la mujer. En el mercado sentía que faltaba algo en relación con ese rubro. No tenía idea de qué iba a hacer. En ese momento yo estaba separada. Conozco a Ricardo, que es especialista en logística. Empezamos a salir y le dije, estoy con este proyecto. No sabía cómo llamarlo. No tenía mucha plata. Esto se hizo con ahorros. No tuvimos créditos y no sabíamos qué podía pasar con la economía. Ricardo se sumó, junto a mi hermano, que es doctor en Química. Mi primo, que es ingeniero, también. El 29 de noviembre abrimos el primer local en el Devoto Shopping y el 30 habló Cavallo por cadena nacional. Era como estar en el cielo y en el infierno. Yo decía: “Estaremos tocados por la varita o estaremos locos. Porque salimos con una propuesta de sales, de jabones, y la gente no tenía plata. Hay tres palabras: pasión, perseverancia y paciencia. Las 3 p. Ese fue nuestro secreto. Somos laburantes. Nunca dejamos de creer, pero tuvimos momentos de muchas deudas. A los cinco años estábamos con la soga al cuello. Muchos amigos  nos prestaron dinero para poder seguir. Hoy tenemos 28 empleados y estamos orgullosos.

Tijerita’s Kid
Propietaria: Carolina  Pessotti
Rubro: Peluqueria para chicos. 
cuenta con: 12 locales en 9 provincias.
El mismo día que cobró su retiro voluntario de una multinacional, se instauró el corralito. La mendocina Carolina  Pessotti, entonces con 27 años y un recién nacido, decidió que había que aprovechar ese quiebre de su estabilidad laboral para crear un negocio. Pensó en su propia necesidad: tenía que cortarle el pelo a su bebé pero no sabía a dónde llevarlo. Cuatro meses después, en abril de 2002, abrió la peluquería para chicos Tijerita´s Kid. La inversión inicial fue toda su indemnización: 40 mil dólares, que pudo retirar en cuentagotas. Conseguir local fue lo más fácil: se instaló en un centro comercial de Godoy Cruz donde sólo estaban alquilados tres locales de los 40 disponibles. Arrancó con dos empleados y un nuevo concepto de peluquería. Los locales no tienen puerta para que los chicos entren solos, está decorado como si fuera un salón de juegos infantiles y los peluqueros visten y atienden como maestros jardineros. Los chicos juegan en los locales. El rincón de las princesas con maquillaje incluido, para ellas, y la Playstation para ellos. La empresa familiar desarrolló el sistema de franquicia ,y así creció hasta los 12 locales; 3 son propios. Tijerita’s Kid está en 9 provincias; el local de Buenos Aires, se está en el centro de San Isidro. “El niño es un super consumidor. Decide por su compra y la de sus padres”, dice Pessotti, que es licenciada en Administración de Empresas y ha logrado delegar todo el gerenciamiento. La propietaria de esta pyme familiar cuenta que les costó ver que había que apostar al volumen para crecer. Incorporaron más peluqueros y lanzaron campañas de promoción. El primer sábado que abrieron al público, hicieron 12 cortes; un año después, alcanzaron los 100 cortes diarios.

Huija
Propietarios: Gustavo Manfre y Mariana Marrari
Rubro: calzado y ropa femenina de autor
“Esto no se puede hacer”, repetía Gustavo Manfré. Lo hizo durante todo el primer mes de la marca. Durante el segundo la cosa se puso peor: se le caían las lágrimas, el pelo, gastaba plata. “Dejo todo, vuelvo a la relación de dependencia”, se decía a sí mismo. Pero pudo. “Fue una locura con final feliz. Al tiempo que renunciaba a mi trabajo anterior rendía mis últimas materias con gente tirándose tiros en la Plaza de Mayo. En ese contexto arrancamos. Yo nunca había emprendido nada, pero era algo que necesitaba hacer. ¿La fórmula? Mucha perseverancia…”. En 2001 Manfré se asoció con Mariana Marrari, una amiga de la infancia con diploma como diseñadora textil. La habían echado de la empresa en la que trabajaba. Se juntaron. El aportó la visión comercial; ella la creatividad, el diseño de autor. El país hizo lo suyo: tras la hecatombe económica, aparecieron mejores condiciones para las pymes.
De a poco, Huija –calzado e indumentaria de autor para mujeres– se fue consolidando. Primero fabricando para otros. Luego haciéndose fuerte como marca. Hoy tienen dos locales y van por el tercero que los asume jugando en las grandes ligas: estará en el Paseo Alcorta. El shopping mismo los vino a buscar, interesado por la propuesta “cool” y distintiva de la marca. Mariana cree que el secreto de Huija está en su propuesta: “Tenemos identidad y la gente se identifica con eso. Somos una marca divertida, festiva”.

Zupa
Propietarias: Nelly Serra, Ana Masllorens y Anabella Tisser
Rubro: ropa para chicos
Exporta: a Chile y Brasil.
Siempre hay un disparador. El nacimiento de los primeros bebés de la familia hizo que Nelly Serra, Ana Masllorens y Anabella Tisser (madre, hija, cuñada) crearan Zupa a comienzos de la crisis. “Eramos importadoras de joyas, bijouterie, etc. Nacieron los niños. Pusimos una góndola en un shopping. Comprábamos a diseñadores y empezamos a hacer modelitos. Dos o tres, y los vendíamos. Empezamos a estar en las exposiciones. Nos inspiramos en los niños de la familia. Teníamos muchos colores. Cortábamos nosotros, hacíamos los moldes. Ahora nos tenemos que mudar porque esto nos queda chico. Ya nos mudamos muchas veces, siempre por el mismo motivo. Las chicas están en el diseño. Tenemos el local de la calle Florida y Viamonte. Estamos exportando a Chile y a Brasil. Y nos sentimos muy contentas de producir en el país”.

Les recomiendo inspirarse con estos emprendedores....

Historias de vecinos que se animan a montar empresas

Unas 6.000 personas por año buscan convertir buenas ideas en negocios en la Ciudad. Hay tantos hombres como mujeres, la mayoría no supera los 35 años y casi la mitad tiene estudios universitarios.

Por Pablo Novillo para CLARIN.

Sin campo y con limitaciones a la industria pesada, la economía porteña depende de los comercios, los servicios, el turismo y, esencialmente, las buenas ideas . Cada año, y con el apoyo de programas estatales, más de 6.000 porteños se lanzan a la aventura de crear su propia empresa. Y algunos hasta llegan a exportar.

A través distintos programas, el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad ayuda a los emprendedores con capacitación en marketing, finanzas, administración, manejo de personal, marco legal y otras áreas. Además, facilita el acceso a líneas de crédito , y, en el caso de las empresas más desarrolladas, las ayuda a exportar, haciéndolas participar por ejemplo en ferias internacionales y misiones comerciales. El año pasado, 13 emprendedores dedicados a la tecnología viajaron a mantener reuniones comerciales con empresarios del rubro en el Silicon Valley, el centro neurálgico de la industria informática de EE.UU.
“Nuestra idea es apoyar a los emprendedores en todas las etapas, desde la incubación hasta que forman una pyme . La creatividad de los emprendedores es la fuerza que renueva la economía”, comentó el ministro Francisco Cabrera.
Ahora, ¿cómo son los emprendedores porteños? De acuerdo a los datos acumulados en los últimos tres años, el Gobierno trazó un perfil de los futuros empresarios. El primer dato que salta a la vista es que hay tanto hombres como mujeres (50,5% a 49,5%), y que la mayoría de los emprendedores no son tan jóvenes. Por ejemplo, de los 2.763 inscriptos en los diferentes programas de apoyo de este año, 1.162 tenían entre 26 y 35 años, y 700 entre 36 y 45.
Respecto del lugar de residencia, la mayoría, el 37%, vive en los barrios del norte. De Palermo, por ejemplo, fueron 305 inscriptos, y el segundo barrio fue Belgrano, con 273. La segunda zona con más inscriptos fue la de los barrios centrales, como Caballito (218 inscriptos).

Por otra parte, entre los emprendedores se destaca el alto nivel educativo . El 42% tiene estudios universitarios, un 10,2% de posgrado y un 24% llegaron al nivel terciario. En tanto, la mayoría tiene trabajo a la hora de iniciar su emprendimiento: 37% está en relación de dependencia y 31% son cuentapropistas. Sólo el 21% estaba desempleado.

La mayoría de los emprendimientos, el 28%, están orientados a los servicios , mientras que el 22% apuntan a la actividad comercial. También es importante la cantidad de iniciativas basadas en desarrollos tecnológicos (14,4%). Lo llamativo es que, en el 66,4% de los casos, los emprendedores llegan a los programas de apoyo con apenas una idea , de hecho, el 34,1% se encontraba en la etapa de arrancar.
En tanto, la mayoría de los emprendimientos apunta a crear entre uno y cinco puestos de trabajo. Además, los futuros empresarios aseguran que lo que más necesitan es apoyo para desarrollar una estrategia comercial, y también financiamiento.

Los programas de apoyo se dictan en 21 universidades, cámaras empresariales y entidades sin fines de lucro, que aportan sus profesionales para los diferentes cursos de capacitación. Además de las clases, los emprendedores forman una red , gracias a la cual se ayudan mutuamente y pueden compartir sus experiencias.
http://www.ieco.clarin.com/economia/Historias-vecinos-animan-montar-empresas_0_511148959.html

En EMPRENDEDURISMO, España debe aprender de Argentina

España está en crisis, como estuvo Argentina.
Pero gracias a la crisis, muchos descubrieron que podían emprender.
Hoy hay provincias como Misiones que multiplican día a día sus emprendedores. Lo cual, me produce una tremenda satisfacción ya que hace 10 años cuando fui por primera vez, parecía un sueño.
Ya nadie espera que el estado o el privado le de un empleo fijo. No es un tema de edad, es un tema de cambio general en la forma de ver el mundo.
Aprender a emprender no es fácil. Pero es la mejor forma de realizarse.
Ojalá los españoles puedan convertir la protesta y el enojo actual (que los argentinos también la tuvimos) en acciones emprendedoras que con el tiempo les mostrarán un futuro diferente.

Un país emprendedor, es un país con futuro.

Entre 2009 y 2010 cerraron 53.000 firmas y nacieron casi 49.000. Además de la crisis global, los expertos opinan que la inflación y los mayores costos son los responsables.


Por un lado, a veces falta motivación para arrancar.

Por otro lado, hay mucha ayuda para arrancar en varios sectores públicos y privados, pero seguir es el problema. Y en esa falta de acompañamiento post primer o segundo año es donde hay muchos que abandonan el barco.

Pagar un coach, a veces, se considera gasto y no inversión.

Asimismo, no siempre se cuenta con los recursos.

Hay que planificar a largo plazo a nivel público, para sostener a los que no quieren vivir de subsidios ni dádivas y que son potenciales generadores de empleos y de productividad.

Pongamos mente creativa. Un país emprendedor, es un país con futuro.

Acompañar al emprendedor para que no fracase

    Hoy en La Nación hay una cobertura interesante sobre los emprendimientos.

Dice que a nivel global, el 70% de los emprendimientos fracasa en los primeros tres años de vida.

Algunos de los que perimen persisten en su actitud emprendedora y otros tantos vuelven a la estabilidad de la relación laboral de dependencia.
El subsecretario de Desarrollo Económico del gobierno porteño, Gustavo Svarzman, explica: "Uno de los principales obstáculos por sortear por muchos emprendedores es pasar del conocimiento técnico o idea de negocio a la gestión validada. Pueden ser talentosos e innovadores, pero necesitan vender su idea y producto, entender el mercado y los canales de distribución".

El director del Centro de Entrepreunership del ITBA, Juan Manuel Menazzi, también tuvo un traspié en su experiencia como emprendedor cuando participó de un proyecto de cabañas apícolas biogenéticas.

Durante bastante tiempo trabajaron para conseguir un gran cliente y cuando finalmente concretaron la operación, se encontraron con que no eran capaces de satisfacer el pedido.

"Los fracasos son para los emprendedores sistemáticos oportunidades de aprendizaje que se pueden capitalizar", comenta.
Aquellos que deciden volver al mercado laboral en relación de dependencia muchas veces son valorados por los reclutadores por contar con la experiencia de un fracaso.

La realidad es que la ESCUELA CREATIVA DE EMPRENDEDORES Y PYMES que siempre propongo justamente apunta a algo que aún no existe. Lograr que el emprendedor tenga un coach personal los tres primeros años de vida de su emprendimiento para evitar el fracaso total o parcial de la idea.

No es un curso, ni hacer el plan de negocios la única necesidad para emprender. Lo peor ocurre despues que se arrancó y cuando llega el primer año. Si esta crisis no se atraviesa acompañado por alguien que sabe lo que ocurre en cualquier etapa de un negocio en estas instancias de "niñez", digamos que es difícil que sobreviva.
Asimismo, en los últimos dos años disminuyó la cantidad de personas que crearon su propia empresa

El número de argentinos que encabezan proyectos de negocios cayó en 2009 y 2010, a contramano de lo que sucede en el mundo en desarrollo; inflación, presión sindical y dificultades en el comercio exterior atentan contra las nuevas pymes
El director del Centro de Entrepreunership del ITBA, Juan Manuel Menazzi, opina que la falta de financiación no es la principal causa de fracaso porque una empresa no necesita gran capital para empezar, y que es más común que estas empresas fracasen por la falta de roles definidos entre los socios y la ausencia de mecanismos formales para la toma de decisiones.

En los talleres creativos, siempre les digo a los emprendedores: el tema no es el dinero, el tema es la idea y como hacer que sea posible dentro de mi capacidad económica, coyuntural y emocional para poder ser desarrollada y mantenida en el tiempo.

Mucha gente puede recibir dinero y malgastarlo. Si no se la acompaña, si no se le dice donde se equivoca o si no se le hace pensar una y otra vez en alternativas varias para mejorar.

Ojalá los gobiernos entiendan que un emprendedor, es lo más valioso que puede gestar, siempre y cuando no geste un fracasado.

ME GUSTAN LAS HISTORIAS DE EMPRENDEDORES...

Me gustan las historias de emprendedores porque pueden disparar ideas en otros.
Ana Falbo escribió esta nota en LA NACION y la comparto. Ojalá les haga CLIK!!

Una red para alojar a extranjeros

Desde chica decía que iba a trabajar con extranjeros, aunque no sabía cómo. Trabajó para una ONG y una empresa dedicadas al intercambio de personas de todo el mundo, pero, finalmente, terminó creando su propia compañía, que busca habitaciones en departamentos o casas para alojar a extranjeros. Spare Rooms Buenos Aires nació de su propia experiencia, dado que surgió mientras ella alquilaba una habitación de su casa a turistas.
Valeria Pasmanter, de 32 años, se describe como una fiel promotora del intercambio, convencida de que vivir en otro país desarrolla el potencial humano. "Creo que si la persona puede absorber toda la cultura de ese país, después, cuando vuelve al suelo natal puede tener un entendimiento cultural distinto y más nutrido", dijo Pasmanter.
Este concepto lo aprendió al trabajar en Aiesec -una ONG internacional de estudiantes que hace intercambios para que los jóvenes puedan hacer pasantías en el exterior- y al vivir en carne propia un intercambio en México.
La emprendedora estudió Relaciones Industriales en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y trabajó para Aiesec, donde coordinaba un equipo para que los estudiantes hicieran pasantías en otros países, hasta que un día ella decidió probar esta experiencia que tanto vendía.
Terminada la pasantía, de regreso a Buenos Aires, se mudó a un departamento que tenía una habitación libre. "Ya conocía ese mundo de los extranjeros, así que, con el tiempo, empecé a alquilar la habitación", agregó. Un día una extranjera fue a conocer su casa para evaluarla como opción para hospedarse. No era la primera habitación que iba a ver, y el agotamiento de la búsqueda fue identificado rápidamente por Pasmanter, que detectó en ese rostro cansado una oportunidad de negocios.
"Me cayó la ficha y vi una oportunidad. Muchos extranjeros estaban viniendo a Buenos Aires y querían vivir con argentinos, así que comencé a pensar cómo podía funcionar. Al tiempo, el dueño de la empresa en la que estaba trabajando, también con intercambios, me dijo que no podía seguir pagándome, entonces decidí armar la empresa y buscar habitaciones para extranjeros", contó la emprendedora.
A principios de 2008, con una inversión de 3000 pesos, Pasmanter se lanzó a trabajar sola. "Hacía todo. Iba a conocer los inmuebles, los mostraba, buscaba a los turistas y me encargaba del contrato. Tenía un blog en el que publicaba las habitaciones, pero cuando me empezó a ir mejor, hice la página web con una plata ahorrada", indicó.

Red de contactos
Abriendo la red de contactos, Pasmanter habló con universidades y amigos en el exterior para contarles lo que estaba haciendo; además, buscó familiares y conocidos con habitaciones libres para proponerles que las alquilen. "Siempre aprendí a mantener mis contactos activos, y me ayudó mucho el boca en boca al principio. Además, como tenía poca plata para publicidad, me contacté con empresas que manejaban mi mismo target de extranjeros jóvenes para intercambiar links en nuestras páginas y así promocionarnos entre nosotros. Así empecé", señaló.
La empresaria explicó que, como es algo nuevo en la Argentina, hay que capacitar a la gente, que, a veces, tiene miedo porque piensan que el extranjero les puede robar. "En realidad, ellos sólo quieren una habitación que les guste y los haga sentirse seguros, algo muy importante porque escuchan mucho sobre la inseguridad en Buenos Aires", dijo Pasmanter.
Con una facturación anual de más de 300.000 pesos, Spare Rooms Buenos Aires ya tiene más de 150 habitaciones en 18 barrios de la ciudad, y alojó a más de 230 extranjeros, que, generalmente, tienen entre 20 y 28 años y vienen a estudiar o trabajar.
"Nosotros vamos a conocer todas las habitaciones, los dueños, las zonas, sacamos fotos y nos preguntamos si nosotros viviríamos ahí. Jamás metería a una persona que viene de otro país a vivir en un lugar que no esté en condiciones, porque sé que si el sitio donde uno habita no es agradable, la experiencia de intercambio se echa a perder", señaló Pasmanter.
El acuerdo se plasma en un contrato en el que se determina el tiempo de estadía, el costo mensual y algunas normas de convivencia, como no escuchar música fuerte, no fumar, no llevar gente a dormir, entre otros. "Después, la dinámica de la convivencia puede cambiar estas reglas si las partes se llevan bien. Muchas veces terminan siendo amigos y el argentino viaja a la casa del extranjero", agregó la emprendedora.
Un dato no menor es que los dueños de casa no tienen que cocinarles a los inquilinos, aunque sí les tienen que dejar un espacio en la heladera y en la alacena para que ellos puedan guardar sus cosas, y deben cambiarles las sábanas y toallas una vez por semana.
Para el año próximo, Spare Rooms Buenos Aires espera expandir sus horizontes hacia la zona norte del Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

IDEAS CREATIVAS

Lejos de estar olvidados en el puerto, en el Este los containers se convirtieron en el furor de la temporada. Remodelados, se usan como depósitos, oficinas y hasta casas de diseño.
“Una de las mayores ventajas es la velocidad de construcción”, dice Alejandro Chocho, de la inmobiliaria Norton, y cuenta que para hacer el que está en el kilómetro 177 de la ruta 10, donde atiende a sus clientes (30 metros cuadrados divididos en un dormitorio, un estar, un baño y una kitchenette) tardaron diez días. “Por otra parte, sigue la moda arquitectónica actual: formas rectas propias del minimalismo. Es liviano (3.200 kilos), transportable. Y juntándolos, dividiéndolos o poniéndoles cemento no hay limitaciones a la hora de construir”.
En diciembre, el fotógrafo argentino Ignacio Gurruchaga compró uno en el Puerto de Montevideo . Quería un lugar donde exponer sus fotos pero no tenía tiempo para armar una cabañita. Le hizo ventanas, lo aisló con lana de vidrio y contrató un camión para llevarlo hasta La Barra. “Como forma de promoción es genial . El que lo ve, no se lo olvida más”, comenta Gurruchaga que vive en Miami.
La vida útil de estos envases ronda los diez años. Pasado ese tiempo, las empresas navieras los venden a quienes quieran reciclarlos. “Hace cinco meses, costaban US$ 2.900, pero ahora, por la demanda, subieron a US$ 3.300”, dice Chocho. En Multicontainer, dedicada al alquiler y venta, confirman la tendencia y agregan un dato: muchas veces, es complicado conseguirlos. Una vez terminada, el precio de una vivienda arranca en US$ 15 mil.
En José Ignacio, el argentino Emmanuel Romano construyó un hotel con cuatro containers: cada uno es un departamento. En enero, el precio para pasar la noche era de US$ 200. “Son súper cómodos y ecológicos”, dice Romano y quien evalúa armar otros cinco. A pocas cuadras, en el barrio La Juanita, están terminando una casa similar.
De un acero especial que se oxida superficialmente y los protege de la corrosión, tienen piso de lapacho que no permite el ingreso de humedad. Al juntar dos y sacarles los laterales, se consigue un cuarto de unos 60 metros cuadrados. En Holanda y Francia se usan para construir viviendas de estudiantes, en Londres hay un edificio de quince módulos. Ahora, en el Este, como muchas otras cosas, están de moda.

 


Este artículo del New York Times traducido por La Nación, me parece excelente porque los que atendemos mipymes vemos estas dificultades en casi todos los emprendedores.
Por eso recomiendo su lectura:

Las 10 razones por las que quiebran las empresas chicasJay Goltz
The New York Times
Traducción de Gabriel Zadunaisky.

NUEVA YORK.- Uno de los aspectos menos comprendidos de los negocios es por qué quiebran pequeñas empresas, y hay un motivo simple de ello: la mayor parte de las evidencias provienen de los empresarios mismos. He visto de cerca numerosas quiebras de empresas, incluyendo unas cuantas nuevas firmas creadas por mí. Y de mis observaciones surge que los motivos de las quiebras citados por los dueños frecuentemente no dan en el clavo, lo que tiene sentido. Si los dueños supieran lo que están haciendo mal, quizás habrían podido solucionar el problema.
En muchos casos los clientes tienen mejor comprensión que los dueños de lo que no funciona. Por lo general, los dueños tienden a culpar al banco, al Estado o al socio idiota. Rara vez el dedo del dueño apunta al propio dueño. Por supuesto, hay casos en los que pasa algo que está fuera del control, pero esas instancias son minoría. Lo que sigue son los 10 motivos principales por los que quiebran empresas pequeñas.
1 . La matemática no funciona. No hay suficiente demanda del producto o servicio al precio que puede dejar ganancia a la compañía.
2. Dueños que no pueden dejar de trabar sus propios negocios. A veces uno puede decirles a los dueños cuál es el problema y lo reconocerán, pero lo siguen cometiendo.
3. Crecimiento fuera de control. Puede ser el más triste de los motivos de la quiebra: un negocio exitoso arruinado por una expansión excesiva.
4. Mala contabilidad. No se puede controlar un negocio si no se sabe qué pasa. Con las cuentas mal hechas o sin cuentas, una compañía vuela a ciegas, y esto sucede todo el tiempo.
5. Falta de un colchón de dinero. Si algo aprendimos de esta recesión es que los negocios son cíclicos y que cosas malas pueden suceder y sucederán a lo largo del tiempo: la pérdida de un cliente importante o un empleado crítico, la llegada de un nuevo competidor, la presentación de una demanda. Estas cosas pueden tensionar las finanzas de una compañía. Si esa compañía ya no tiene efectivo (ni puede pedir prestado) quizá no logre recuperarse.
6. Mediocridad operativa. Nunca conocí al dueño de una empresa que describiera su operación como mediocre. Pero no todos pueden estar por encima del promedio. Que los clientes vuelvan o que vengan nuevos clientes a los que se le ha recomendado la empresa es crítico. Es necesario el marketing.
7. Ineficiencias operativas. Pagar demasiado por alquiler, mano de obra y materiales. Hoy más que nunca las compañías con costos ajustados tienen la ventaja. No tener la tenacidad o el estómago para negociar puede hacer que una compañía no sea competitiva.
8. Gerencia disfuncional. Falta de concentración, visión, planificación, estándares y todo lo demás que importa a la buena administración. Si se agrega a la mezcla socios que pelean o parientes descontentos, habrá un desastre.
9. La falta de un plan de sucesión. Hablamos de nepotismo, luchas por el poder, actores significativos reemplazados por gente que se ve superada por las circunstancias, son todos motivos por los que muchas empresas familiares no sobreviven al cambio generacional.
10. Un mercado en caída. Librerías, tiendas de música, imprentas y muchos otros negocios están enfrentando cambios de la tecnología, la demanda de los consumidores y la competencia de empresas inmensas con más poder de compra y presupuestos de publicidad.